El pasado viernes 21/09/2018 los Andarines nos fuimos por el camino de la Alfranca y Cantalobos.

Bajo un sol de justicia pesa a estar en el límite del verano paseamos durante varios kilómetros por estos caminos del que os dejamos una fotos y algunas anécdotas.

Este es el cañizal en el que algunos de los presentes, en tiempos dedicados al hampa por motivos de drogas, escondían armas y botines dentro de las cañas en lugares señalados. Aseguran algunos que todavía viven ahí gente huida, especialmente personas de color.

Este es alguno de los miradores del camino de la Alfranca por los que se puede contemplar el río verdadero (el de aguas abajo sin azud  que lo vuelva remanso para piraguas y espejo de edificios emblemáticos).

Cruzamos campo a través hasta alcanzar el camino de Cantalobos (temerosos de que algún dueño del terreno apareciera con escopeta de perdigones como antaño se utilizaba contra ladronzuelos de higos y melocotones). Por suerte para nosotros solo nos llevamos una amena charla y un pozal de agua para alguno de nuestros cuadrípedos sedientos.

Hasta la semana que viene.