la voz
Primero realizamos un ejercicio de crear «musica celestial» entre todos. Comienza uno con un tono y se le van juntando uno a uno los demas intentando acoplar un armonico con la consigna de procurar que el conjunto «suene celestial».
Luego nos entrenamos a hablar en grupo. Cada uno sale en medio del grupo y los demas le hacen preguntas que contesta a su aire (si hay alguna indiscreta le pedimos que en vez de enfadarse le de un rodeo diplomatico). Cuando acaba de exponerse a ser el centro de miradas y atención verbal elige al sucesor.
Trabajamos la habilidad de responder a preguntas improvisadas, bromas, impertinencias o indiscreciones conservando la serenidad. Ser el centro de atención. Acostumbrarse a explicarse en publico variopinto.