Proponemos en parejas investigar anécdotas de intercambios entre amigos, colegas, compañeros de colegio, de barrio o de trabajo. Luego cada uno explica la historia que más le había llamado la atención: cuando intercambiaba cromos de futbolistas, a veces 3×1 si era un ejemplar raro, mezclando amistad con utilitarismo mutuo, alguno había pintado el piso a un amigo como pintor-amigo-profesional pero le había cobrado solo un precio simbólico, otros habían hecho cosas de corazón y luego se extrañaban o avergonzaban si les correspondían con detalles o agradecimiento pensando que se pudiera pensar que la acción había sido interesada, recordaban otros cambios de tejanos de tela acrílica a cambio de acompañar al baile, donde le daba corte acudir, otros que les salía del corazón hacer cosas sin esperar nada a cambio o aunque no les agradecieran (siempre que no se repitiera el hecho un numero de veces, convirtiéndose en abuso descarado) Alguno había aceptado un viaje en avión para acompañar a un amigo que quería realizar una represalia amorosa, disfrutando unas vacaciones de paso que realizaba su misión de acompañamiento.  Meditamos en conjunto sobre esas mezclas extrañas de interés, utilidad, favor, reciprocidad en la amistad como algo compatible y bastante común, y que el utilitarismo no excluía la generosidad, el desprendimiento o sacrificio hacia un amigo. (hacerse compañía mutua, apoyarse, animarse, reforzarse, etc. era cosa noble e interesante al mismo tiempo).

En el segundo grupo explicamos lo que hemos hecho el fin de semana, nos intercambiamos frutas de los bodegones del taller de dibujo, circulando de unos a otros por la izquierda o por la derecha. Luego realizamos un juego de repartir y hacer correr fichas de colores, formas y cifras hasta que el primero que recuperaba la suya levantaba la mano. Luego se les ha preguntado a cada uno un favor que alguna vez han hecho a un amigo, familiar o colega (contando la anécdota, y explicando los porqués).