El vahido de los hackers
Representado por Fernanda Cardeñes
Un grupo de hackers se reunió en un local adyacente a una sucursal de la Caixa para dirimir los mejores métodos de saltarse proxys, romper un tuneling y entrar por puertas traseras. Al llegar la noche pidieron unas pizzas mientras seguían discutiendo y comenzaban ya a alzarse los chillidos de los que estaban hartos de argumentar.
En la Caixa, Irina intentaba sacar dinero para pagar su parte alícuota en la cena, pero el cajero le indicaba que no disponía de saldo. Al volver con el grupo, compungida, Julipo se sonrió dándole a entender quién le había gastado la broma de mal gusto.
-Te juro que como no me devuelvas el saldo te dejo seco aquí mismo.. –le amenazó ella con muy malas pulgas-
-Tan rápido no puedo -se disculpó Julipo, arrepentido. Tengo que esperar a mañana en mi casa…
-No te preocupes Irina –salió al paso RuThor, que hacía tiempo que quería atraer a Irina sin conseguir otra cosa que su desdén- Con el portátil te transfiero de mi cuenta un ingreso para salir del paso-.
-Vale, gracias –le contestó Irina, sin dar importancia al ofrecimiento o como si lo diera por hecho como la cosa más evidente del mundo- 1Pero tú Julipo, mañana lo arreglas y ya veremos si te perdono o te hundo en la miseria..
Los ánimos se fueron caldeando. La ira se desató. Algunos perdieron los papeles y comenzaron a producirse actos vengativos. Uno tiró un vaso de agua y otra atizó con el bolso a un compañero. Al final, en el fragor de la batalla, unas velas encendidas fueron a parar a las cortinas y comenzó a prenderse fuego el local.
Al ver cómo se ponía la cosa de chunga, en vez de apagar el fuego con el extintor, decidieron aprovechar la coyuntura para asaltar el cajero desde la oficina, a la que entraron practicando un agujero en la pared aledaña a base de mazazos. Cuando lograron acceder a la parte de atrás del cajero abrieron la portezuela y vieron las pilas de dinero en sus cajetines. Irina cogió un buen fajo sin tener en cuenta que RuThor le había “traspasado” 100000€ a su cuenta–evidentemente no podían ser suyos- en vez de los 20€ de emergencia que habían parlamentado. El resto del dinero lo guardó Julipo en una bolsa de deporte.
Se suponía que solo podían salir por la puerta principal de local por lo que unos cuantos hackers espiaban disimuladamente a la salida para ver qué pasaba, si pasaba a la vista o se quedaba escondida la bolsa del dinero afanado. Descubrieron así, que Julipo lo había escondido y pretendían hacer alguna chasta…(jugarreta) 2…, para ocultarlo en otro sitio diferente y venir a recogerlo cuando todo hubiera acabado.
Aparecieron los bomberos y la policía, que se acercó a los implicados que permanecían fuera mirando las llamas:
-¿Qué ha sucedido? -preguntaron-.
Nadie sabía nada. Callaban por si las moscas salía a relucir algún trapo sucio de los que todos tenían lista larga.
En la comisaría les colocaron en una sala de espera para proceder a los interrogatorios de uno en uno. Se miraban con sorna unos a otros, como diciendo “¿dónde has escondido el dinero?”, “de qué ha servido la reunión”, “prende fuego a esta comisaría si te atreves”… 3“
La cosa se prolongaba más de la cuenta. La noche avanzaba hacia las tantas de la madrugada porque el comisario se veía obligado a preguntar lo mismo multitud de veces para entresacar alguna información útil o variante añadida para montar el rompecabezas de lo sucedido. Sus avances se veían reflejados en un cuaderno en el que iba dibujando un croquis muy pulcro con rectángulos rellenos de datos confirmados y otros vacíos cuando faltaban testimonios y los que contenían informaciones inexactas e insuficientes se llenaban de signos de interrogación y flechas a ninguna parte.
Como estaban ya bastante agotados se acabaron durmiendo estirados en los bancos. La cabeza de RuThor dormitaba en el hombro de Irina que a su vez babeaba en el hombro de Julipo. Se había quedado milagrosamente con el móvil entre sus manos mientras escribía mensajes. Estaba agarrándolo aún estando en sueños por una presión sensata dentro del sin sentido de la escena.4
Nadie hasta ese día había podido grabar lo que pasaba en una sala de hackers dormidos. De sus bocas exhalaba un especie de vaho como al respirar en las noches de frío. Pero si uno se fijaba más, se podían observar claramente líneas onduladas de ceros y unos que su cerebro escupía al exterior en forma de energía áurica visible, bien fuera porque eran espiados o controlados mediante algún misterioso aparato o por el contrario, porque entrasen en contacto con los distintos durmientes juntando ringleras de código distribuido.. Convirtiendo la filmación en formato digital aparecían determinadas imágenes y esas imágenes estaban hechas con trozos de imágenes de los espiados.
Irina se despertó de pronto, como llamada por algún algoritmo event dispacher. Se vio a si misma dormida, mojando el hombro de Julipo.
-Horror! -Dijo, sin que nadie pareciera oírla. Intentó apartar la cabeza y no podía. Intentó despertarse a si misma pero su cuerpo no respondía. Intentó pedir ayuda a RuThor pero no se despertaba ni le hacía caso, como si no comprendiera que su deber era no dejarla tirada en un momento de apuro -.
A pesar de la inmovilidad, su cuerpo astral se desgajaba del real y se dirigía la oficina del comisario que en ese momento interrogaba a Fuerza Bruta5, que contestaba con monosílabos y encogimientos de hombros sin que ello hiciera perder la paciencia al policía.
Como Irina etérea se dio cuenta finalmente, de que era invisible para los demás se acercó a los papeles del entrevistador y donde ponía entre interrogantes ¿Quién inicia el fuego?” Añade “cortocircuito” moviendo la propia mano del comisario desde dentro con su propia letra y personalidad, como manejando los hilos de su mente. El comisario no se daba cuenta de lo que hacia su propia mano, tachando nombres, emborronando datos comprometedores, añadiendo pistas falsas y explicaciones contradictorias
Irina extracorpórea fue a la maquina de bebidas a sacar una coca cola fresca con una moneda que extrajo del bolsillo de la chaqueta del comisario. De paso puso la pistola que estaba guardada cuidadosamente en el armero, para fastidiarle por hacerles pasar la noche en ese incomodo salón mugriento y oscuro y la dispuso de forma deslavazada en un bolsillo de la gabardina colgada de una forma muy poco profesional.
Desgraciadamente el líquido de la bebida no se retuvo en el estómago de su cuerpo astral y se derramó por el suelo. A veces la sed no tiene motivo real que la produzca y por lo tanto tampoco se puede saciar con ninguna bebida.
Entró con el portátil de Ruthor y la contraseña que guardaba en una falsa tarjeta de visita con un código de imprenta en letra de 8 puntos que había en una esquina. En las posiciones impares se leían los dígitos del password y el número de cuenta, fecha de caducidad y código de seguridad se podían entresacar en las posiciones pares, Trasfirió medio millón al comisario, al que había cogido la cartera, donde había descubierto un recibo doblado con los datos bancarios. En los registros del banco suprimió los datos de rastreo y puso como origen de la transferencia “Un agradecido anónimo por un servicio efectuado”.
Sonó la melodía escandalosa del teléfono del Ruthor, aunque en la reunión maldita Fuerza Bruta se lo había estampado contra el suelo6 . Finalmente su cuerpo se despertó y la astral no tuvo más remedio que volver a él.
-Pase el siguiente, una, tal Irina! –dijo el ayudante del comisario, con vocecita chipirifláutica.
Le entró la risa tonta a Irina al ver que el comisario buscaba en vano su cartera. Miraba la pistola en el bolsillo de la gabardina y sus propias anotaciones totalmente emborronadas contradiciendo su pulido proceder con el que se sentía profesionalmente tan orgulloso.
-Espero que al menos sus admiradores anónimos le estén agradecidos JA JA JA JA –no podía parar de reír Irina -.7
La carcajada se convirtió en palabras de disculpa de RuThor:
-Perdona Irina que te estuviera abrazando, te juro que estaba dormido y no sabía lo que hacia o si eras una almohada…
Hubo un segundo despertar o un despertar bífido de un sueño dentro del sueño, porque volvió a oír como si el tiempo no hubiese trascurrido:
-Pase el siguiente, una tal Irina! –dijo en ese momento el ayudante del comisario de voz aflautada-.
Irina se fijó en los apuntes del comisario para ver si descubría una pista o una aclaración acerca de su estado existencial. Eran anotaciones muy prolijas y cuasi matemáticas en las que faltaban los borrones, añadidos y las hipótesis fraudulentas que acababa de provocar dentro del sueño.
COMENTARIOS
#sagaCrecimiento #antisocial #ira #sueños #jocker #parálisis
Un grupo de hackers gamberros, intemperantes y de moral dudosa se reúnen en un local y perpetran un incendio y un robo en una sucursal bancaria. Son llevados a comisaría para interrogar y se duermen en la sala porque se prolonga y están cansados. Los hackers representan a un espíritu juguetón, atrevido y al margen de las convenciones sociales. Algunos lo llaman el ‘Joker’.
Irina se duerme y en sueños contempla cómo su cuerpo astral hace diabluras con el comisario, estropea sus anotaciones pulidas, cambia de sitio su pistola, le coge la cartera y le transfiere dinero de la cuenta de un compañero que hackea y dentro del mismo sueño sueña que se despierta y se ríe de las bromas pesadas hechas al comisario. De nuevo un sonido la despierta, esta vez ya está fuera del sueño y le están llamando para interrogar, antes le había llamado el comisario dentro del sueño. Las dos llamadas se distinguen en que en una el sonido es ‘chipirifláutico’ y en el verdadero despertar es ‘aflautado’. Se refleja así un mismo estímulo, una voz, un timbre, duplicado dentro y fuera del sueño. Los sueños dentro del sueño aparecen como un mecanismo recursivo.
Los oyentes -facilitándoles al máximo la comprensión de los niveles de encaje, aprenden a ligar estructuras de pensamiento y acción complejas: dentro de el curso de una acción se necesita realizar otra y dentro de esa otra nuevas ramificaciones. Se tiene que cerrar la ultima para pasar a continuar con la anterior encajonada, y así ir volviendo al curso principal. Es necesaria una lógica reversible para ir y volver, una evaluación de los puntos en los que se encuentra en un momento dado y un saber cerrar los paréntesis como si estuviésemos practicando una especie de álgebra.
NOTAS TÉCNICAS
1Complementamos esta parte con sketch de RuThor dadivoso trayendo café a Irina, un pastelito, una silla más cómoda. A todo esto ella “Ah, vale” “ok”
2Cinta, requiebro,trampa … y otros sinónimos son entresacados al público.
3Realizamos en este punto una prueba de lo poco explícito que es a veces el lenguaje de la mirada. En parejas un compañero envía un mensaje con la mirada y el compañero intenta adivinar. Luego cada uno dice lo que intentó decir y lo que creyó entender.
4Realizamos unas probaturas de tener un objeto entre las manos y simular dormirnos (¿quedará sujeto? ¿se caerá? ¿Cuál es la física que hace que algo no caiga al suelo?)
5Mote que hace referencia a un método de descifrado consistente en probar todas las posibles combinaciones hasta encontrar la verdadera. Se necesita una máquina muy potente para realizarse. En cambio, los otros métodos consisten en averiguar la clave secreta para descifrar los mensajes cifrados. A veces esta clave es muy sencilla “12345678” o “1111111”, la fecha de nacimiento de la persona o el nombre de su perro.
6El móvil estaba protegido por una carcasa en forma…. Se pide a los oyentes que describan distintas clases de protectores y formas.
7¿A qué se refiere Irina? Pregunta el narrador a su auditorio.