Detectives por un día
En el taller cognitivo de esta semana, realizamos un Scape Room, en el cual tuvimos que encontrar una serie de pistas para resolver un asesinato que se había producido en el Centro. Los participantes tuvieron que hallar las pruebas que les permitieran averiguar quién era el asesino, dónde se había producido el asesinato y cuál era el arma del delito. La introducción a la actividad fue mediante una noticia en un periódico ficticio, «El Encuentro», la cual contaba que esa mañana, al llegar al Centro, los policías habían encontrado el cuerpo de una de las terapeutas ocupacionales sin vida, pero no había huellas, ni arma y además, ¡el cuerpo había sido movido! Por último, la policía contaba también que se sospechaba que el asesino aún se encontraba en el Centro. Por lo tanto, solo los participantes podían adivinar cómo se había producido este horrible crimen.
Tras averiguar todas las incógnitas, cada uno de los participantes dio su versión de cuál había sido el motivo del crimen. La teoría más repetida entre los participantes era que el asesino, que resultó ser una de las chicas de prácticas, había cometido el asesinato para ocupar el puesto de trabajo de la terapeuta ocupacional.
Esta actividad se organizó para trabajar la flexibilidad mental, la deducción y, por supuesto, la imaginación y la creatividad mediante la creacción de una historia (motivo del asesinato).