Cocina fin de etapa
Hoy es el último día del taller de cocina con este grupo de magníficos cheffs, por lo que vamos a celebrarlo con un desafío: hacer una lasaña de atún! Hemos seguido una sencilla receta de la cual dejo link más abajo y que nos gustó por su sencillez tanto en las explicaciones como en la preparación. Os animamos a probar porque realmente es más sencillo de lo que parece.
Empezamos por poner a remojo en agua caliente las placas que hemos comprado, como ya están precocidas sólo se remojan unos minutos y luego las escurrimos en unos trapos de cocina limpios para quitar el exceso de agua. Mientras picamos la cebolla bien fina y ponemos a cocer unos huevos y se puede ir escurriendo el atún en escabeche que utilizamos nosotros. Como estamos un batallón y aquí trabajamos todos otro cocinillas va troceando los pimientos del piquillo (que le dan un sabor especial aunque también puede usarse pimiento rojo) que echaremos a la sartén cuando la cebolla esté pochada.
Luego se trata de mezclarlo todo: cebolla y pimiento, huevo cocido y atún. Si usamos tomate ya frito no es necesario cocinarlo.
Reservamos un poco de tomate para untar la bandeja donde pondremos una primera capa de placas sobre la que echaremos una primera capa del relleno. Se tapa con una nueva capa de placas y volvemos a echar relleno gastándolo todo. Lo tapamos con una última capa de placas y a preparar la bechamel.
En vez de mantequilla hemos utilizado aceite de girasol, harina y leche. Es mejor seguir las medidas exactas si uno no tiene experiencia para no quedarnos cortos. Ponemos la leche en un cazo y llevamos al fuego hasta que rompa a hervir. Una vez la leche esté en ebullición, apartamos del fuego y reservamos. Ponemos a calentar el aceite y añadimos la harina y tostamos bien durante dos minutos para evitar que la bechamel sepa a harina cruda. Vamos dando vueltas hasta transcurrir el tiempo. Veremos como el color de la harina va cambiando y va cogiendo un color dorado.
Queda una pasta suave y sin grumos, retiramos la sartén del fuego y añadimos el cazo de leche hirviendo sobre la sartén. Removemos bien hasta mezclar todos los ingredientes.
Llevamos de nuevo al fuego, dejamos cocinar a fuego medio durante 5 minutos. Con una espátula de madera o varillas, vamos mezclando bien hasta que la salsa bechamel coja consistencia y cuerpo. Se puede añadir pimienta, sal y nuez moscada. Nosotros lo olvidamos ya que estábamos hambrientos.
Una vez preparada se echa por encima de la lasaña y al horno durante al menos 45 minutos. Los últimos minutos pondremos a gratinar el queso rallado que hemos echado tras la bechamel.
Aunque la lasaña es plato único lo acompañaremos de una ensalada de lechuga, tomate y queso aderezada con espárragos.
Y hasta aquí una etapa. Pronto seguiremos con un nuevo grupo de cocinillas. Buen provecho y a cocinar tod@s!