Cocina enredada
Hoy aumenta la complejidad para los participantes del taller ya que cocinamos 3 platos de manera simultánea, dada la laboriosidad de los mismos: de primero guisantes salteados con jamón y patatas, de segundo albóndigas caseras con salsa de ajos y tostones, y de postre bizcocho casero con chocolate cortesía de nuestra alumna de prácticas Marina que se despide hoy enseñándonos esta sencilla receta.
Empezamos preparando por un lado las patatas para los guisantes (pelar y cortar en daditos) y cortando la cebolla fina para el sofrito. El jamón ya viene cortado y los guisantes los compamos de lata por ser más práctico.

Al tiempo vamos preparando la carne de las albóndigas: picamos ajo finito, batimos huevos y ponemos a remojar pan de molde en leche. Se van mezclando estos ingredientes hasta hacer una masa homogénea para elaborar las bolitas. Sin olvidar salar. Las pasamos por harina para que no se nos peguen en las manos y entre sí, y a la sartén.
Para la salsa nos ilumina con una sencilla receta otra alumna de prácticas, Lara. Necesitaremos una pastilla de avecrem, pan para freir, ajos, perejil y agua. Se machacan los ajos en un mortero junto con el perejil y un poco de aceite. Se fríe el pan y se mezcla con la pasta obtenida antes machacándolo a su vez. En una olla se deshace la pastilla de caldo concentrado en agua suficiente para cubrir las albóndigas, se echa el resto de la mezcla y se da vueltas para que ligue todo. Una vez lo probamos y vemos que está bien de sal (no pasarnos que las pastillas suelen ser muy saladas) se echan las albóndigas para que hagan chup chup un cuarto de hora.

Otro grupico la emprende con el bizcocho: añaden los ingredientes básicos: harina, azúcar moreno, aceite, una pizca de sal y yogur (usando esta medida) añadiendo el chocolate en polvo. Hemos preclanetado el horno previamente para una vez hecha la mezcla verterla en un molde.

Un truco para los que no tiene molde de silicona o papel de horno: se recubre el molde convencional con papeñl de plata y se unta con aceite para evitar que se pegue. Tras 15 o 20 minutos en el horno a una temperatura moderada de 180º (si lo ponemos muy alto se quema por fuera y no se hace por dentro) se va comprobando si está cuajado pinchando con un tenedor y voilá. Más fácil imposible.
