Bosquecillo de bambúes del Aula Dei
Se le ocurrió a Rakel la idea de propiciar una reunión de
confraternización y comunicación proponiendo a las practicantes ocasionales y a
algunos compañeros cuyas obligaciones se lo permitieran, una jornada de
encuentro en el Aula Dei de Montañana.
Propuso Jose Luis visitar el bosquecillo de bambúes gigantes y laurisilva del centro de investigaciones medio-ambientales.
Se tuvo que quedar Paola de guardia en el Centro mientras los demás se iban de asueto a Montañana.

Llegaron al claro de las laurisilvas que hay detrás del estanque y se percataron de que había allí una especie de científico manipulando un acumulador de flujo positrónico. Le dieron la espalda para que no se sintiera incómodo y quizá también para evitar que les riñera por su intromisión en las espesuras experimentales como si fuera un merendero turístico.
El seudo-científico, que al principio estaba vestido con una bata blanca, de pronto provocó unas extrañas reverberaciones irisadas que provenían del acumulador que le trasmutaron en una cosa de color verde.
Jose Luis, que estaba avizor espiando al científico, se dio cuenta de que el doctor era una simple proyección holográfica, y que detrás había un ser verdoso más parecido a un Alíen que a un animal mutante del laboratorio experimental.
-Ostras! -avisó Jose Luis a Luz, a la que tenía cerca hablando con Ana de asuntos de niños.
El SER verde parecía tener malas pulgas, su figura tenía un aspecto amenazante, cosa que aterrorizó a Luz, que quedó rezagada, mientras que Ana, feliz sin apercibirse del peligro se había reunido con otro grupito .
Hablamos de miedo, sí, pero no temor a una regañina por usurpar espacios privados sin permiso, sino que sentían una inquietud (un desasosiego, un pálpito, una intuición aterrada … etc. …).
Tenían Luz y Jose Luis una especie de prevención consistente en “no se qué” por “no sé por qué”. La explicación de ese” inexplicable” podría ser que lo humano que semeja ser humano, pero es inhumano, proporciona una sensación de estar condenados de forma irremediable en la trampa de un depredador que no lo parece.

Salieron rayos de la figura extraña que no quemaban y que parecían portadores de una especie de energía oscura. Era evidente que se enfrentaban a poderes sobrenaturales, y efectivamente, en un segundo, el haz devoró a Luz que quedó sepultada sin remedio bajo el manto verde del SER.
Otro rayo energético lanzó al aire a las practicantes, que quedaron dormidas en las copas de los árboles.
A Jose Luis el SER le endilgó un rayo transmutador que le volvió turulato.
Los demás estaban ajenos al peligro, concentrados en sus chácharas. Todo había pasado de modo tan silencioso y rápido que nadie más se había dado cuenta del desaguisado.

Su personalidad racional se le escapó de la cabeza en forma de guerrero jenízaro que disparaba flechas al aire a supuestos enemigos imaginarios. El SER, poseyendo a distancia el cerebro de Jose Luis, le otorgó poderes vicarios y lo utilizó a su antojo como títere ejecutor de sus extraños designios.
El caso es que Jose Luis guiado telepáticamente, la lió parda. Se dedicó entusiasmado a colocar objetos mágicos decorativos mediante una potencia inductora de materia extracorpórea.
- Una coraza-tortuga
- El hombre salvaje de Malasaña
- El gato mix con la cara enfadada del jefe
- La banda del Meca con sus disfraces de asalto
- Una pluma negra de la princesa Murian
- Un aparato clonador de conciencias
Los demás, menos Rakel, seguían a lo suyo, acostumbrados a las rarezas de Jose Luis, como si lo anormal y extraordinario fuese algo acostumbrado a lo que no había que dar mayor importancia.
Rakel, primero se quedó pasmada (paralizada, lela, sin habla, aturdida, muda… etc.) debido a las terroríficas apariciones y sobre todo a la elevación arbórea de las practicantes que a fin de cuentas estaban ahí bajo su responsabilidad. Al cabo de un rato por fin pudo recuperar resuello y capacidad de acción.
-¡Jose Luis! ¡Jose Luis! –intenta llamar al desposeído de razón- ¿No podrías utilizar la magia para algo útil, en vez de divertirte con los poderes mágicos, mientras las pobres practicantes están abandonadas a su mala suerte? –Le dice, utilizando el tono más contundente para romper LA SORDERA QUE EL ENTUSIAMO demoníaco provocaba en Jose Luis

Por suerte la sensatez hizo un agujero en la telaraña de maleficio y llegó a la poca alma racional que todavía quedaba anidada en algún recoveco difícil de succionar.
Jose Luis pareció reaccionar, más que reaccionar, jugar en otra dirección como si la sensatez de Rakel se fundiera con el capricho insustancial del poseído, dirigiéndolea desatar lo atado, haciéndole ver que generaba una nueva ilusión.
El caso es que se deshizo el magneto de bosones, los cuerpos aéreos aterrizaron con suavidad y las practicantes paralizadas fueron reavivadas y devueltas al instante anterior en que se produjo el rapto, por lo que siguieron ellas charlando como si nunca hubiera existido un después.
Las pobres practicantes sonreían y hablaban sin saber siquiera que su colapso había existido y volvió el sosiego a Rakel apartando la incómoda sensación de temor, sustituyéndola por la alegría del sobreviviente.
A todo eso la situación del lado oscuro cambió completamente. Es curioso como en medio del pánico una alegría nos hace dar la espalda al peligro, que aprovecha para hacer de las suyas durante el momento de descuido.
El SER verde abandonó su pelaje gelatinoso verde y de la goma salió, no se sabe todavía si viva o muerta, Luz, de la que pensábamos que se había ido a recoger manzanilla por el campo o había ido a buscar higos por los alrededores, o que estaba haciendo un repentino recado e iba a llegar más tarde.
Conforme se traspasó el bicho a su nave la viscosidad se escurrió liberando los pies de Luz, que comenzó a hablar indagando el por qué estábamos allí, y el por qué estaba ella con nosotros en vez de estar en la higuera como si hubiera vuelto a nacer en esa edad en la que los niños quieren saberlo todo aquello de lo cual mas tarde ya no querrán saber nada.

Rakel corrió a avisar a los demás del peligro que tenían a sus espaldas sin saber que Jose Luis, pobre víctima alelada, había sido abducido también a la mini nave, que partió al espacio de otros mundos en los que por lo visto un alíen adquiría un cuerpo humano para viajar.
-¿Cómo puede hacer tanta magia superflua con tan poco provecho? –se escandalizaba Rakel explicando las andanzas de Jose Luis a los demás-.
-Supongo que la magia serían trucos del alienígena para defenderse de nosotros, para que no le impidiéramos partir o se nos ocurriera atacarle o aprisionarle- intentó matizar Lucia.
-Si claro –aseveró Rakel-, pero no nos ha dado la opción de confiar en nosotros y avisarnos sencillamente que se tiene que ir, en vez de hacer esas cosas raras de abducir o trasmaterializar, eso no lo tendría que haber hecho de ninguna manera, ¡nos ha provocado mucho sufrimiento!
-Ya, ¿pero el alienígena es raro porque no hace lo que quisiéramos, porque no nos gusta que tenga poderes, porque ha venido sin ser llamado o porque se va sin pedirnos permiso? -se preguntó Luz, PARA ACLARAR las cosas.
-Es raro porque es un alienígena -Aseguró Javi-.
-Eso no hace falta ponerlo en el expediente -terció Esther, preocupada por lo que pudieran pensar las autoridades sobre el encuentro en Aula Dei-.
-Aunque al alienígena le podríamos haber dado un lugar que ni le apartara ni le asfixiara como si a nuestro círculo de amigos llegase un extranjero o alguien con una vida muy distinta a la nuestra -aseguró tercamente Lucía, que no estaba dispuesta a dejar de lado la cuestión-. Si porque nos impone respeto lo dejamos de lado o incluso lo rechazamos, entonces se trasforma en EL RARO.
-De acuerdo –aceptó a regañadientes Rakel- pero a todo “si” se le encuentra un “pero”, y a “un pero” un “¿por qué no?”. A ver. ¿Qué necesidad tenía de hacer de DEMONIO precisamente, en vez de por ejemplo de ángel o simular una aparición mariana? . Puede ser que después de todo sea un ALIENÍGENA RARO.
-Chicos. Es mejor no discutir y salir de aquí corriendo, por si acaso -sugirió Javi-.
-Hay que borrar las realidades incómodas, ya que después de todo se suponen desaparecidas -dijo Pachi para evitar que los ánimos se pudieran encrespar-.
Las practicantes aledañas pararon de hablar y se miraban entre sí meneando la cabeza
-¿Y Jose Luis donde está? -se atrevieron a avisar-.
No lo encontraban por ningún lado, ni a él, ni al alíen ni a la mini-nave. Nada de nada.
Esther llamó a la cruz roja para que trajeran a los usuarios del Encuentro y organizar una batida exhaustiva por los bosques de bambú y alrededores. La búsqueda duró horas, hasta que alguien encontró en un estanque una botella flotando con un papel dentro que pudiera quizás, ser un mensaje de Jose Luis, una de sus bromas o bien una factura de un desesperado que, furioso, la hubiera metido dentro y tirado con rabia al agua.
Finalmente el mensaje era de un Jose Luis abducido:[i]
Disculpad si por mi causa un jenízaro os ha disparado una flecha, os he hecho vadear un rio o saltar una zanja o asustado con un gato con la cara del jefe. Aseguro que en esos momentos estaba poseído por una pasión creativa (una hybris) desmedida.
Ahora soy una mezcla de alíen y humano viajando por otros mundos siderales. En realidad todos estamos de una manera u otra en nuestros cubículos viajando por ahí, y las circunstancias de la vida nos juntan temporalmente en el bosquecillo de bambúes y abedules y luego, tarde o temprano cada uno nos vamos con nuestra pequeña nave por los espacios inmensos del universo.
Ha sido una suerte que dando tumbos por el camino nos hayamos encontrado durante un tiempo precioso y creo que en buena medida la felicidad es habernos tratado en la encrucijada de devenir compartiendo momentos inolvidables que se han convertido en el tejido del corazón.
Gracias y suerte a tod@s
[i] Traer un botella con el mensaje dentro y leerlo