Despertar
Trabajamos ideas: vivir realmente o vivir «dormido»; seguir las propias metas o las de los demás; la vida misma vs los cuentos de hadas…
Recursos narrativos utilizados y estrategias de participación: listas semánticas, narración dentro del cuento; partipación de los escuchantes con sus propias viviencias…
Aurora igual que la Bella Durmiente había estado dormida durante bastante tiempo. Hay muchas maneras de estar «dormido»… ( dormidos cómo lo hacemos normalmente, porque hemos tenido un accidente y estamos en coma, porque estamos fuera de la realidad por culpa de la droga, porque no vivimos realmente lo que hacemos…) precisamente el caso de Aurora era este último. Ella había estado despierta pero realmente no vivía lo que hacía, le faltaba…. (motivación ilusión ganas…) , realmente se dejaba llevar por los demás o simplemente era un mueble más de la casa donde vivía, compartiendo piso con otras compañeras. Pero Aurora no siempre había sido así. De pequeña era una chiquilla viva, espabilada, traviesilla, que no se achantaba por el hecho de ser niña para seguir las travesuras de sus hermanos y primos, por ejemplo aquella vez que… por eso los chicos la respetaban y la aceptaban como uno más. Eso no quitaba para que en el pueblo le acabaran llamando chicote, pero a ella le daba igual.
Conforme fue creciendo, se fue acercando más a las niñas de su clase y alejándose un poco de los chicos, parece que en la adolescencia necesitamos de las confidencias de nuestros iguales, ya sean chicas o chicos, aunque los ojos se nos vayan tras los otros… Su primer amor era un chaval, como ella, y como todos los primeros amores casi fue más platónico que otra cosa porque no pasó de un beso en los columpios y después por distintos malentendidos de que si tú prefieres a mi amigo, y tú eres una estrecha… no llegó a prosperar. Sin ser guapa era una chica… atractiva, resultona, atrayente… con una personalidad arrolladora por lo que tuvo unos cuantos novios pero ninguno le marcó tanto como Alberto. Lo conoció de casualidad: era amigo del amigo de un conocido de una amiga suya, y como si de una cadena se tratara les llegó la invitación a su fiesta de cumpleaños en el chalet de sus padres. Aurora acababa de terminar la Universidad y convivía con otras chicas mientras trabajaba de camarera y esperaba que le saliera algo de lo suyo. Se podría decir que fue un flechazo, como en los cuentos Aurora entra la casa, se miraron en la distancia y ya está. También como en los cuentos había diferencias sociales entre ellos no?
Pero eso no parecía importar, y vivieron un cuento durante un tiempo: escapadas a la casita de la playa, flores, caprichos… hasta que Alberto se fue a estudiar al extranjero. Aurora le hizo prometer que no la olvidaría, y Alberto le dijo que esperara porque cuando terminara esos años de estudio seguirían dónde lo habían dejado. En ese momento es cuando empezó el sueño de Aurora, ese estar dormida del que hablábamos… alguna vez os ha pasado que un acontecimiento importante os dejara como aletargados, como si los hubieses pinchado dedo como la Bella Durmiente con un huso y por una maldición os hubierais quedado dormidos 100 años. En el caso de Aurora no fueron 100 pero fueron muchos porque al principio mantuvo la ilusión sigue haciendo su vida encontró incluso un buen trabajo mantenían correspondencia con Alberto venía y retomaban por unos días su idilio, pero con el tiempo las cartas fueron escaseando las visitas se alargaron hasta que llegaron a desaparecer. Y Aurora poco a poco se fue aletargando. Digamos que se levantaba porque había que levantarse, iba a trabajar porque tenía que trabajar, se aseaba porque era lo que tenía que hacer… pero parecía que esperaba el momento de que llegará su príncipe Alberto y la despertara con un beso… cada vez se fue abandonando un poco más hasta que perdió el trabajo, perdió a sus amigos y lo perdió todo aunque tuvo la suerte de que su familia no le abandono y ir a recurso el recurso terminó ingresada en una Ume.
Justo en el minuto anterior al amanecer del primer día de otoño en el que se cumplía exactamente su sexto mes en la UME, Aurora se despertó. Se acercó a la ventana y vio salir el sol por encima de la línea del horizonte. Se desperezó largamente y ese día comenzó de nuevo.